1. La ventilación cruzada (dos aperturas opuestas evitando zonas con aire estancado) como la de
mayor eficacia con mucha diferencia sobre las de sólo ventanas o sólo puertas. Esta ventilación debe ser
continua.
2. El reparto de la apertura entre todas las ventanas del aula consigue una mejor
ventilación.
3. La configuración de la apertura de puertas y ventanas que proporciona una ventilación suficiente
puede
ser
diferente. Se pueden testar diferentes configuraciones y observar cómo varían las concentraciones de
CO2.
4. Apertura de puertas y ventanas de zonas comunes (pasillos y hall) al exterior como aliviaderos
de CO2
de las
aulas y reducción de la contaminación cruzada.
5. Las aperturas deben realizarse en el momento llega el alumnado al aula. Hasta ese momento se
puede
aprovechar
para calentarla. Un aula vacía y bien ventilada tras su última ocupación tiene el aire libre de virus y
concentraciones muy bajas de CO2.
6. Recuperación de aula. Deben ser obligatorias ventilaciones totales de entre 15-20 min durante
los
descansos
(patio, comedor u otros).
7. Protocolos de “vuelta a la calma” tras subir del patio, comedor o educación física es
aconsejable
dedicar
unos minutos a la relajación con el fin de regular la actividad metabólica.
8. Relación Volumen/Ratio. Alumnados entre 15 y 20 estudiantes llegan con facilidad a valores
bajos de
CO2 con
ligera apertura de ventanas.
9. En comedores ventilación cruzada con aperturas más agresivas o totales ya que el alumnado y
profesorado no
tiene la mascarilla puesta.
10. Días ventosos o con altas diferencias de temperatura entre exterior e interior facilitan la
ventilación y
permiten aperturas menores.